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EPOC

La EPOC es una enfermedad respiratoria caracterizada por una limitación crónica al flujo aéreo que no es totalmente reversible

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    ¿Qué es la EPOC?

    La EPOC se define como una enfermedad respiratoria caracterizada esencialmente por una limitación crónica al flujo aéreo que no es totalmente reversible. Esta limitación al flujo aéreo  se suele manifestar en forma de disnea y, por lo general, es progresiva.

    La limitación al flujo aéreo se asocia a una respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a partículas nocivas y gases, principalmente derivados del humo del tabaco, que pueden producir otros síntomas como tos crónica, acompañada o no de expectoración. La EPOC se caracteriza también por la presencia de agudizaciones y por la frecuente presencia de comorbilidades que pueden contribuir a la gravedad en algunos pacientes.

    La EPOC es la cuarta causa de muerte en España y entre 1990 y 2015 la mortalidad ha crecido un 61%.

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    ¿Cuáles son los síntomas de la EPOC?

    Al principio, los síntomas de la EPOC pueden ser bastante leves. Incluso se pueden confundir con los de un simple resfriado. Los primeros síntomas incluyen:

    • Dificultad ocasional para respirar, especialmente después de practicar ejercicio.
    • Tos leve, pero recurrente.
    • Necesidad de aclararse la garganta a menudo, especialmente a primera hora de la mañana.

    Los síntomas pueden empeorar progresivamente y ser más difíciles de ignorar. A medida que los pulmones se dañan más, puede experimentar:

    • Dificultad para respirar, incluso después de un ejercicio leve, como subir un tramo de escaleras.
    • Sibilancias o respiración ruidosa.
    • Opresión en el pecho.
    • Tos crónica, con o sin moco.
    • Necesita limpiar la mucosidad de sus pulmones todos los días.
    • Resfriados frecuentes, gripe u otras infecciones respiratorias.
    • Falta de energía.

    En etapas posteriores de la EPOC, los síntomas también pueden incluir:

    • Hinchazón de los pies, tobillos o piernas.
    • Pérdida de peso.

    Se necesita atención médica inmediata si:

    • El paciente tiene las uñas o labios azulados o grises, ya que esto indica bajos niveles de oxígeno en la sangre.
    • Tiene problemas para recuperar el aliento o no puede hablar.
    • El paciente se siente confundido o débil.

    Es probable que los síntomas sean mucho peores si actualmente fuma o si está expuesto regularmente al humo.

     

    ¿Cuáles son las causas de EPOC?

    En países desarrollados, la principal causa de la EPOC es el tabaquismo. Alrededor del 90% de las personas con EPOC son fumadores o ex fumadores. Entre los fumadores, del 20 al 30% desarrollan EPOC. Muchos otros desarrollan afecciones pulmonares o tienen una función pulmonar reducida.

    La mayoría de las personas con EPOC tienen más de 40 años y tienen un historial de tabaquismo. Cuanto más tiempo fume el paciente, mayor será su riesgo de padecer EPOC. Además del humo del cigarrillo, el humo de la pipa o el humo que reciben los fumadores pasivos pueden causar EPOC. El riesgo puede ser aún mayor si el paciente tiene asma y fuma.

    También puede desarrollar EPOC si está expuesto a productos químicos y humos en el lugar de trabajo. La exposición a largo plazo a la contaminación del aire y la inhalación de polvo también pueden causar EPOC. En los países en desarrollo, junto con el humo del tabaco, las viviendas a menudo están mal ventiladas, lo que obliga a las familias a respirar los vapores de la cocina y el combustible de calefacción.

    Puede haber una predisposición genética para desarrollar EPOC. Hasta el 5 % de las personas con EPOC tienen una deficiencia en una proteína llamada alfa-1-antitripsina. Esta deficiencia hace que los pulmones se deterioren. Esta deficiencia en la proteína alfa-1-antitripsina también puede afectar al hígado. Pueden existir otras causas genéticas que provoquen la enfermedad.

     

    Diagnóstico de la EPOC

    El diagnóstico se basa en los síntomas, un examen físico y los resultados de las pruebas.

    Cuando el paciente visite al médico, debe asegurarse de mencionar todos sus síntomas. Debe informar a su médico si:

    • Es fumador o ha fumado en el pasado.
    • Está expuesto a irritantes pulmonares en el trabajo.
    • Está expuesto a mucho humo como fumador pasivo.
    • Existen antecedentes familiares de EPOC.
    • Tiene asma u otras afecciones respiratorias.
    • Toma medicamentos de venta sin receta o recetados.

    Durante el examen físico, el médico usará un fonendoscopio para escuchar los pulmones mientras el paciente respira. En base a toda esta información recogida, el facultativo podrá ordenar algunas de estas pruebas para obtener una imagen más completa.

    Una espirometría es una prueba no invasiva para evaluar la función pulmonar. Durante la prueba, el paciente respirará profundamente y exhalará el aire contenido en los pulmones en un tubo conectado al espirómetro.

    El estudio de la función pulmonar mediante Espirometría Forzada, que es imprescindible, permite confirmar el diagnostico así como para valorar el grado de severidad, pronóstico y control evolutivo.

    Revisar aspectos de  historia familiar o si está expuesto/a a factores de riesgo relacionados con la enfermedad como vapores de biomasa u otros contaminantes.

    Examen y auscultación de pecho, respiración junto con radiografía de torax  o una tomografía computarizada.

    Por otro lado, también podrá realizarse una prueba de gas arterial que implica tomar una muestra de sangre de una arteria para medir los niveles de oxígeno en la sangre.

    Todas estas pruebas pueden determinar si el paciente tiene EPOC o tal vez alguna otra afección, como asma o insuficiencia cardíaca.

    Se debe de sospechar una EPOC, en pacientes mayores de 40-45 años,  fumadores o ex-fumadores asintomáticos  que presentan cualquiera de los siguientes síntomas: Disneas de esfuerzo, tos crónica y expectoración habitual.

     

    Tratamiento para la EPOC

    El tratamiento puede aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y, en general, ralentizar la progresión de la enfermedad.

    Medicación

    Los broncodilatadores son medicamentos que ayudan a relajar los músculos de las vías respiratorias para que el paciente pueda respirar mejor. Por lo general, se toman a través de un inhalador. b2-agonistas de acción larga (LABA) inhalados (por ejemplo: formoterol, salmeterol, vilanterol, etc.), y los antimuscarínicos de acción larga (LAMA) inhalados (tiotropio, bromuro de glicopirronio, umeclidinio, aclidinio). Se pueden agregar también glucocorticosteroides para reducir la inflamación en las vías respiratoriasen determinado perfil de pacientes.

    Para reducir el riesgo a padecer otras infecciones respiratorias, el paciente debe consultar a su médico si debe vacunarse anualmente contra la gripe y la vacuna contra el neumococo.

    Terapia de oxigeno

    Si los niveles de oxígeno en la sangre del paciente son bajos, puede recibir oxígeno a través de unas gafas nasales. Una unidad portátil puede facilitar el desplazamiento en determinado perfil de pacientes.

    Cirugía

    La cirugía se reserva para la EPOC grave o cuando otros tratamientos han fallado, lo que es más probable cuando el paciente tiene un enfisema pulmonar. Uno de los tipos de cirugía que se aplican se llama bullectomía. Otra es la cirugía de reducción de volumen pulmonar, que elimina parte del tejido pulmonar dañado. El trasplante de pulmón es una opción en algunos casos.

    Cambios en el estilo de vida

    Ciertos cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a aliviar los síntomas. Estos cambios en el estilo de vida pueden incluir:

    • Si el paciente fuma, debe tratar de abandonar el hábito.
    • Siempre que sea posible, se debe evitar estar expuesto al humo como fumador pasivo. También se deben evitar los vapores químicos.
    • Llevar una dieta equilibrada y saludable también ayuda. Un nutricionista puede ayudar a crear un plan de alimentación saludable.
    • En cuanto a la práctica de ejercicio físico, es recomendable consultar con el médico sobre el tipo de ejercicio a realizar y su intensidad.