Lifting Facial
Consigue unos rasgos faciales de aspecto más joven y saludable
en 36 cuotas (intereses no incluidos)
¿Qué es el lifting facial?
Es el tratamiento facial quirúrgico cuyo objetivo es mejorar la laxitud de la piel en cara y cuello. La principal finalidad es reposicionar los tejidos blandos de la cara.
Esta técnica se puede combinar con cualquier otra de la zona facial con el fin de encontrar resultados mucho más completos y satisfactorios.
Esta operación de lifting facial se pueden someter tanto hombres como mujeres, que tengan edades superiores a los 40 años, e incluso aquellos que tengan más de 70 años, cuya cara o cuello empieza a sentir los estragos de la edad, pero que aún poseen cierta elasticidad en la piel.
Es muy importante saber que usted no debe tener expectativas irreales, puesto que no tendrá un aspecto totalmente distinto a como tenía el aspecto y la calidad de piel de la juventud, pero si que conseguirá unos rasgos faciales de aspecto más joven y saludable.
Las zonas donde se suele actuar es en la frente, cuello y papada mediante cicatrices imperceptibles
Detalles
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Tiempo quirúrgico: 2 - 4 horas
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Anestesia: Local y sedación / general
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Hospitalización: 1 día
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Recuperación: 1 semana
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Resultados: 30 días
¿Cómo se hace el lifting facial?
El lifting facial se realiza en quirófano, bajo anestesia local más sedación o más frecuentemente con anestesia general y suele pasar una noche bajo control hospitalario
La técnica dura entre 2 y 4 horas, dependiendo de la complejidad de la operación o de si ésta se lleva a cabo de forma aislada o a la vez que otras. Las incisiones se realizan al nivel de las sienes, intentando disimularlas con el pelo, y se va siguiendo una línea que pasa por delante de las orejas, detrás del lóbulo de la misma y llegando hasta la parte de atrás del cuero cabelludo. Si se va a tocar también el cuello, se realiza una incisión detrás de la barbilla. Con estas incisiones lo que se pretende es separar la piel de la grasa y de los músculos que están por debajo, para recolocar éstos últimos y después estirar la piel sobre ellos cortando la que sobra. A veces, antes de colocar la piel, se extrae la grasa acumulada de la barbilla y el cuello para que el óvalo de la cara quede más fino. Si a la vez se realiza un lifting frontal, las incisiones empiezan a realizarse desde la frente, intentando taparla con el pelo o colocándola en la línea entre el pelo y la frente.
Tras la intervención se procede a colocar un vendaje ligero y a veces tubos de drenaje tras las orejas que reduzcan la inflamación y disminuyan la posibilidad de formación de hematomas.
El vendaje se retira como máximo a los cinco días al igual que los puntos. Los tubos de drenaje se quitan un poco antes, a los dos o tres días aproximadamente. Con el paso de unas pocas semanas el aspecto será de lo más normal.
La hinchazón, los hematomas, el dolor leve, así como el acorchamiento de la piel son molestias normales que pasan de manera espontánea o con medicación a las semanas o a los meses de la realización de un lifting. Aunque la mayor parte de las personas que se someten a un lifting se encuentran bien a los dos o tres días, no es hasta que pasan una o dos semanas que pueden volver a la vida laboral, pues es necesario que el paciente mantenga reposo durante las mismas.
Para que los resultados sean lo más satisfactorios posibles hay que seguir una serie de pautas que el cirujano le proporcionará:
- Mantener la cabeza elevada durante algunos días posteriores a la operación pues de esta manera la hinchazón bajará más rápidamente.
- No darse baños de agua muy caliente , vapor o saunas durante las semanas posteriores al lifting.
- Evitar beber alcohol.
- Durante varios meses no exponerse al sol.
- No realizar actividades que requieran esfuerzos al menos en los 15 días siguientes.