Es un déficit sensorial frecuente, que ocurre en 1-6 niños entre 1000 nacidos.
En la mayoría de los niños la perdida de audición será leve o moderada, pero también existen casos de perdidas severas y profundas (1,5-3 de cada 1000 niños nacidos).
Suele ser un problema oculto e invisible a ojos de la mayoría y que tampoco es sencillo detectar con métodos clínicos clásicos pero debe saber que genera consecuencias muy graves.
El origen de la hipoacusia en el niño puede ser por diversos factores
- Entre las causas congénitas destacan las alteraciones genéticas, las malformaciones y enfermedades durante el embarazo (infecciones, radiaciones, enfermedades maternas, etc.).
- Durante el parto, el sufrimiento fetal, la estancia en la UCI neonatal y la ventilación asistida aumentan el riesgo de presentar sordera.
- En el postparto, la toma de fármacos ototóxicos, las enfermedades metabólicas (hipotiroidismo, hiperbilirrubinemia), la toma de fármacos tóxicos, infecciones, las otitis de repetición, la meningitis bacteriana, los traumatismo craneales graves, las enfermedades neurodegenerativas y las lesiones vasculares pueden provocar cierta pérdida auditiva.
- Las infecciones del grupo TORCH (toxoplasma, rubeola, citomegalovirus, herpes y sífilis) que acontecen antes, durante o después del parto son factores de riesgo que aumenten el riego de hipoacusia.
Pídanos consulta si se dan cualquiera de estos factores de riego.
Las manifestaciones que hacen sospechar la hipoacusia en el niño dependen del grado de severidad. Dado que afectaran en el desarrollo lingüístico y comunicativo, en los procesos cognitivos y en la integración escolar, social y laboral.
Los principales signos de alerta que debemos tener presentes son;.
6 meses:
1.- ¿Gira la cabeza hacia la voz o un sonido?;
2.- ¿Responde con sonidos vocálicos cuando se le habla?;
3.- ¿Reacciona a su nombre?
12 meses:
1 ¿Localiza la fuente del sonido?;
2.- ¿Señala objetos y personas familiares cuando se le nombran?;
3.- ¿Dice papá/mamá?
18 meses:
1.- ¿Señala partes del cuerpo cuando se le pregunta?;
2.- ¿Presta atención a las canciones infantiles?;
3.- ¿Hace frases de dos palabras?
24 meses:
1.- ¿Comprende ordenes sencillas sin apoyo de gestos?;
2.- ¿Acude cuando se le llama desde otra habitación?;
3.- ¿Utiliza los pronombres mío/yo/tú?
4 años:
1.- ¿Repite frases sin apoyo visual?;
2.- ¿Mantiene una conversación?
El diagnóstico de la hipoacusia en el niño, aunque no es sencillo, es factible desde los primeros días de la vida mediante otoemisiones acústicas, potenciales evocados auditivos del tronco cerebral, electrococleografía y audiometrías conductuales.